sábado, 16 de junio de 2007

Comentario sobre la visita del representante japones

El pasado miércoles 23 de mayo el Centro de Estudios Asiáticos de la Escuela de Relaciones Internacionales celebró el día de Asia.
Con motivo de esta ocasión se llevaron a cabo diversas actividades que iniciaron desde muy tempranas horas, entre ellas, una agradable conferencia impartida por el señor Yasuhisa Suzuki, quien es consejero de la Embajada de Japón en el país.
Antes de profundizar en el tema abordado por el señor Suzuki; deseo extender un agradecimiento al profesor Luis Diego Salas por su disposición para hacernos partícipes de esta actividad que, sin duda, nos dejó grandes conocimientos no sólo para fines académicos, también para nuestra formación humanista; punto que más adelante retomaré.
Entrando en el asunto que compete, el tema central sobre el que giraron las palabras del conferencista fue la historia de Japón, con el objetivo de impulsar los estudios de Asia-Pacífico. Los ejes discursivos de la conferencia se acondicionaron a los diferentes períodos de la historia japonesa, haciendo un breve recorrido a partir de la prehistoria (período Joman, 10000 a.C.-300 a.C) y hasta la actualidad, pasando por toda la transición que ha experimentado Japón.
El señor Suzuki nos introdujo al tema ubicando geográficamente al país asiático en un mapa de la región. A partir de esta ubicación procedió a explicar la relación China – Japón, basándose en la relativa cercanía de ambos Estados.
La conferencia estuvo llena de matices, muy completa, puesto que se abordaron temas de organización política, inteligencia militar, arquitectura y cultura en general.
Es importante resaltar el énfasis hecho por el señor Suzuki en la tradición guerrera del Estado japonés, según sus palabras: “En Japón cuando no hay guerra, no hay nada que hacer”.
Sin embargo, lo más valioso que me dejó el haber asistido a esta conferencia, volviendo a la perspectiva humanista, es la calidad de ser humano del señor Suzuki.
Llamó la atención sobremanera que, en la presentación de este expositor tanto la profesora Thais Córdoba como el director de la Escuela de Relaciones Internacionales se especializaron en hablar de Asia – Pacífico en general y, de Japón específicamente como una de las regiones más dinámicas del mundo, amplia zona geográfica de importancia económica y comercial. Resaltaron la posición de China en el escenario global como la cuarta potencia mundial; poniendo especial atención a la necesidad de enfocarse en Asia desde el punto de vista académico.
Sin embargo, cuando el señor Suzuki tomó el uso de la palabra evadió por completo el tono arrogante de sus predecesores en el podio y, mediante un vocabulario sencillo, trató de dar a conocer Japón de la manera más humilde y este se constató cada que vez que comparó al Estado Asiático con Costa Rica, para posteriormente decir: “No sólo a ustedes les pasa”, o, “Nosotros también tenemos…. como acá”. Además, cuando se presentó la oportunidad no dudó en hacer comentarios burlescos y llamar a la confianza para captar la atención de quienes escuchábamos.
Reconozco que me emocionó su sinceridad, fue muy transparente y objetivo al tratar temas como la cultura bélica intervencionista que adoptó Japón de los Estados Unidos al invadir China y Rusia en el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial, y las nefastas consecuencias del uso de las bombas sobre Hiroshima y Nagazaki.
Situación interesante fue analizar los constantes movimientos que el señor Suzuki realizaba, entre ellos varios saltos que, supongo, tenían el propósito de despertar a la señora Thais quien se encontraba profundamente dormida y cabeceando de manera muy poco glamorosa. Además, el señor Suzuki jugaba con el lapicero para darle seguridad al movimiento de sus manos y, cuando se percataba de que el objeto captaba el interés de todos, se limitaba a golpear la pantalla para encauzar nuevamente a los exportadores.
Al terminar, lo noté un poco extrañado porque muy pocas personas levantaron la mano para preguntar. Me dio la imprecisión de que por dentro se preguntaba si todo había quedado claro o sí, por el contrario, nadie le entendió.
En la parte trasera de la sala de conferencias se exhibieron algunas publicaciones, entre las cuales adquirí un par de gran importancia académica.
Sin duda, una excelente conferencia de valioso contenido cultural e histórico y con un expositor de gran carisma y sensatez.

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